A 42 años del golpe de estado

El 19 de Marzo recibimos la visita de Nora Cortiñas

Hace 42 años, comenzaba una de las peores dictaduras del continente. Con colaboración social, política (tanto interna como externa), eclesiástica y mediática, el golpe eliminó toda garantía constitucional instaurando un terrorismo de estado marcado por la constante violación de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Líderes sociales, funcionarios, sindicalistas, profesores, estudiantes representaban el peligro y la subversión a ojos de los generales, que temían a todo aquel que tuviera una ideología diferente. Cobardemente se ocultaron torturas, asesinatos, secuestros, robos de bebés. El eufemismo ‘desaparecido’ se hizo un lugar en la historia argentina a costa del dolor. Enviaron a morir a miles de jóvenes a una guerra con intereses oscuros.

Pero en este proceso también hubo intereses económicos. Apenas comenzada, la dictadura prohibió las huelgas, congelando a su vez los salarios, que caerían al 40% en el primer año del proceso. Antes de fin de año se entregaría la economía al libre mercado, liberando los precios y abriendo las importaciones. Bancos comerciales internacionales de primera línea financiaron represión. La deuda pública externa se quintuplicó, deuda externa que aún hoy continuamos pagando. La deuda interna, en cambio, jamás podrá ser saldada.

La información cumplió un rol fundamental, estratégico desde el inicio para los jefes militares, con el objetivo de ocultar los crímenes y legitimar la dictadura. Al menos 172 trabajadores de prensa desaparecidos, censura y operaciones de prensa, todo en pos de mantener la cobertura mediática a la junta militar. Clarín y la Nación tendrían su recompensa, quedándose con la empresa que aún al día de hoy es la única que produce la pasta necesaria para el papel de diario en nuestro país.

Lamentablemente, resulta natural realizar un paralelismo con la situación que vivimos hoy. Una vez más, la industria nacional es arrasada y los salarios se decretan, mientras nuestra deuda sigue creciendo. Una vez más presenciamos la desinformación, ya sea por censura en los medios como por campañas de odio a quienes piensan distinto. Una vez más se realiza un gasto desmedido en las fuerzas armadas, que amparadas por el poder político no dudan en reprimir una multitud que protesta o asesinar por la espalda a un niño.

Se repite la historia. Se repite porque se desconoce, se repite porque se niega. Mientras conmemoramos un nuevo aniversario de aquel golpe de estado, se analiza brindar prisión domiciliaria a genocidas y represores y se alienta la teoría de los dos demonios. Sin embargo, la lucha emerge ante las mayores adversidades y obtiene frutos: Hace dos semanas, falleció cumpliendo su sentencia Reynaldo Bignone, sin poder beneficiarse de aquel nefasto 2×1 que intentaron aplicar y que revocamos en la calle. A 42 años del golpe, seguimos en búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia. Debemos seguir levantando estas banderas, por una sociedad más inclusiva, por una democracia donde quepan todas las voces, por los derechos de todos y todas, por los sueños de quienes ya no están.

Por Mario Susso, por Mario Camín, por Juan Galamba, por Osvaldo Rosales, por Elba Fresno, por Juan Hidalgo. Por Francisco Escamez, y por Gisela Tenembaun.

El 19 de Marzo recibimos la visita de Nora Cortiñas